domingo, 17 de agosto de 2008

Me estoy acostumbrando a vivir lejos de ti. (Y me duele..)

Cada vez que alguien me preguntaba por ti, se me hacia un nudo en la garganta. Me perdía un momento en los recuerdos que tengo de ti, y no sabia que responder.
Lindurita, veo que ya te acostumbraste a vivir lejos de mi, ya no lloras como llorabas cuando me despedía de ti en la casa de tu mami. Y llorando me hacías firmar un papelito en donde me hacías prometer que regresaría pronto. Y yo me iba con el corazón roto, y los ojos mojados, muerto de miedo porque no sabia que me pasaría con tanto dolor. A veces deseaba quedarme a dormir en el jardín de la calle, para solo sentir que estaba cerca de ti.
Una noche no aguante verte llorar tanto y te lleve de regreso conmigo, no pudimos llevar a tu perrito con nosotros, y nunca voy a olvidar lo que dijiste cuando te despediste llorando de tu perrito: “Es muy triste tener perritos.” Lo triste amor, fue sentir que tan pequeñita ya sentías tristeza en tu corazón.
En las madrugadas me levantaba de la cama y miraba para el lado en donde estaba tu cuna, un lugar ya vacío, que me dejaba perdido cuando lo miraba. Ya no estás ahí lindurita, me he quedado solo, ahora lejos tú de mí.
“Que lindo me sonríe la vida cuando tus ojitos negros me quieren mirar”
Perdóname amorcito, por condenarte a vivir lejos de mí, y a que te acostumbraras a vivir lejos de mí. Me hace sentir mejor saber eso, pero a la vez, también me duele. No te vayas nunca lindurita, porque yo sin tí no podría vivir.